Cuentan en Khajuraho la historia de un par de turistas cuya primera parada en India fue precisamente el pueblo de los templos del kamasutra. Los viajeros, tenían contratado con el hotel un servicio de taxi de recogida en el aeropuerto y nada más bajar del avión allí estaba su transporte esperándoles. El guía arrancó su vehículo y cuando llevaban pocos minutos de trayecto, el taxista abre su puerta y sin detener el coche escupe algo rojo. Los turistas alarmados piensan que el conductor padece de algún daño cerebral que repentinamente le ha impulsado a escupir sangre y le instan a que pare el vehículo inmediatamente y llame a un médico para que le atienda. El taxista divertido, les da su primera lección de cultura india: les explica en qué consiste el pan (o paan) masala.
Tradicionalmente, se trataba de una mezcla de especias y semillas que se masticaba después de las comidas, como un elemento refrescante, favorable al cuidado bucodental y con propiedades digestivas y estimulantes para sobrellevar el sopor y la pesadez de la digestión. No hay que confundir el pan masala (que mezcla varios tipos de semillas) con el platito de anís que te siguen ofreciendo en muchos restaurantes acompañando a la cuenta.
El pan masala tiene diferentes versiones, pero algunos de sus ingredientes pueden ser la canela, el cardamomo, la menta, la lima y la nuez de areca (betel nut), siendo este betel ó nuez de areca el que le da el tinte rojo a la mezcla. Y obviamente, existe el formato con y sin tabaco. Al paan con tabaco se le denominaría gutka.
Nuez de areca o nuez de betel. La imagen es de AQUÍ
A día de hoy, puedes encontrar el formato natural (hay puestos en la calle donde te preparan el pan masala envuelto en una hoja) o la versión industrial en económicos sobrecitos.
La versión natural del paan masala antes de envolver. La fuente de la imagen es ESTA
El pan masala una vez envuelto. La fuente de la imagen: AQUÍ
El pan masala en formato industrial y económico. La imagen no es nuestra, la hemos sacado de AQUÍ
La forma de consumirlo es sencilla, simplemente se introduce en la boca y se va escupiendo el exceso de saliva y semillas a medida que se va agotando su sabor. La realidad, es que es muy sucio (hay manchas rojas por todas partes) y tremendamente adictivo, causando serios problemas de dentición (hay estudios que determinan que es cancerígeno) como es el caso de este muchacho:
La imagen es de Gina Ruttle y la puedes encontrar AQUÍ
Chai y Café 